“Mi nombre es Andrea. A los 8 días de nacida tuve una parálisis cerebral. Tenía 24 años, era una mañana de verano con un sol espectacular, estaba cruzando un parque. Al iniciar el recorrido me llamó la atención un hombre delgado de estatura media subido en un árbol grande. Entendí que observaba a la gente que pasaba. Cuando me gritó, “Hola Micaela”. Pensé que estaba confundido y seguí mi camino. Poco después se bajó del árbol y empezó a seguirme. Me acorraló. Yo quería gritar, pero no podía, luchaba con todas mis fuerzas, pero no podía, él era más fuerte. Entonces apareció un ángel, un ángel de 4 patas. Empezó a ladrar, a ladrar y a ladrar tan fuerte que hizo que el hombre se asustara. Me soltó y pude salir corriendo. Las mujeres con discapacidad somos más vulnerables de sufrir violencia y violencia sexual. De esta experiencia nació ARNV (acción rápida no violencia), una fundación con método de socorro para prevenir la violencia de género mediante algunas ayudas, entre ellas, la seguridad con perros. Me di cuenta de que los perritos son realmente los mejores amigos del ser humano”.
Esta es una de las 12 historias que fueron narradas en la ‘Biblioteca Humana’ que se llevó a cabo el día 28 de enero en el Palacio de Itchimbía, Quito. La metodología de ‘Biblioteca Humana’ nació hace 20 años en Dinamarca y se realizó por primera vez en Ecuador mediante una adaptación metodológica de la Guía Cómo Hacer una Biblioteca Humana de Lourdes Epstein. Es un espacio diseñado para la experimentación y la inclusión desde el diálogo, el intercambio, la eliminación de estereotipos y la empatía. Cada “libro” es una persona que, desde su vivencia, permite acercar a los “lectores” a su realidad, derribando prejuicios y conectando con lo vital.
En el marco del lanzamiento del Laboratorio de Aceleración del PNUD-Ecuador, queríamos involucrar a los invitados en una experiencia vivencial que pudiera aproximarles a las metodologías y enfoques de la Red de Laboratorios, como la participación, la creación de alianzas y la inteligencia colectiva para la búsqueda de soluciones. La ‘Biblioteca Humana’, en sí fue un laboratorio de experimentación de estos procesos.
Storytelling como herramienta de cambio social
En lugar de contar con panelistas o expertos en Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las micro narrativas fueron el medio para una efectiva sensibilización y compromiso por parte de los actores, socios y contrapartes a sumarse a acelerar la Agenda 2030. Se presentaron 12 libros humanos agrupados en las colecciones por 3 ODS: Acción por el Clima, Reducción de las Desigualdades y Ciudades y Comunidades Sostenibles.
“Los libros humanos nos acercaron las problemáticas de desarrollo de una forma totalmente diferente, porque estás escuchando una historia de vida. Puedes hacer tus propias asociaciones de los desafíos que encuentran, de sus orígenes de hacia dónde van, hacia dónde se proyectan. Es una manera muy interesante de tener una relación directa con los sujetos del desarrollo”. Matilde Mordt, Representante Residente del PNUD
Se trataba de humanizar y dimensionar los problemas más allá de datos y estadísticas. Contar historias tiene un impacto. Los primeros en descubrir el poder de las historias fueron los libros humanos.
“Creo que todos deberíamos pasar por experiencias así porque compartir con personas diversas es algo que te abre los ojos, el corazón, la visión. Eso es lo que más me encantó porque es una experiencia vivencia”,. Daniela, participante como libro humano.
Amplificar voces
Una de las apuestas fuertes de los laboratorios del PNUD es conectar con las personas, ir al corazón de las comunidades para realizar procesos participativos para la identificación y construcción de soluciones para el desarrollo. Reconoce la experticia comunitaria y por ello, la Biblioteca Humana resultó un medio propicio para amplificar las voces de quienes no siempre son escuchados.
“Yo me sentí muy orgullosa de ver a mi hijo hablando frente a un grupo de personas. Nunca imaginé verle hablando con un señor enternado, bien puesto, que le hacía preguntas y conversababan”, Enma Robalino, madre de Juan José V. quien participó como libro humano.
El evento bajó a los expertos y autoridades de la palestra y consiguió horizontalizar el diálogo. Las personas y sus vivencias ocupan el lugar de experticia y se abre un intercambio franco y crítico que no deja a ninguno indiferente.
“Lo que más me sorprendió es la cantidad de gente, gente escuchando lo que yo tenía que decir”, Fabián Tello, participante como libro humano.
Al igual que Fabián Tello, otras participantes manifestaron su alegría y empoderamiento al sentirse escuchadas.
“El que se escuchen nuestras voces, es un sueño hecho realidad, nosotras nunca nos detenemos a pensar que nuestra vivencia pueda ayudar a otras personas. De que la gente sepa, por ejemplo, en mi caso, que la migración también puede ser positiva a pesar de tener tropiezos”,Laura Villagomez, participante como libro humano.
Las voces fueron efectivamente escuchadas con interés genuino y esto tuvo un efecto transformador tanto para quienes compartieron su historia como para los que las escucharon.
La ética del storytelling
Los narradores se postularon con sus historias mediante una convocatoria realizada desde el Laboratorio de Aceleración dos meses antes del evento. En este lapso, se organizaron talleres de storytelling para trabajar en técnicas y herramientas para la oralidad. En el caso de los narradores provenientes de las provincias amazónicas, Zamora Chinchipe, Napo y Orellana, recibieron el taller en sus propias localidades donde pudieron participar personas de la comunidad y sus familias.
Se trabajó cuidadosamente en fortalecer las capacidades de los narradores y en su seguridad respetando la naturalidad, espontaneidad y autenticidad de la historia. Este trabajo, a cargo de María Isolda Vinueza y Lucía Chávez, estuvo guidado por la ética del storytelling. La construcción de la historia fue un proceso individualizado, propio e íntimo. Las personas decidieron desde el título de sus historias, el nombre con el que aparecerían, las imágenes de sus retratos y el contenido. Frente al púbico, podían abstenerse de responder preguntas con la frase sugerida “esta parte del libro aún no ha sido publicada”.
“Como persona trans a veces, uno está con miedo de qué me van a decir, pero afortunadamente me topé con un grupo de personas, más que abiertas, muy comprensivas y de buen corazón. Entonces diría que la experiencia con los talleres fue bastante fraterna”,Fabián Tello, participante como libro humano.
Estos detalles, que no son obvios, son los que permitieron crear un ambiente seguro y respetuoso, muy necesario cuando las personas generosamente exponen sus vulnerabilidades.
Recuerde, está usted en una biblioteca
Para asegurar un ambiente respetuoso y seguro para los libros humanos el día del evento, se contó con un reglamento. La dinámica de las lecturas fluyeron porque contamos con 23 voluntarios de Youth Action Hubs Ecuador quienes fueron entrenados en sus respectivos roles de “Bibliotecarias” y “Mediadores”. Mientras los mediadores permanecieron junto al libro humano dando algunas pautas para una adecuada participación, las bibliotecarias recibían a los invitados indicando las colecciones, el reglamento y ofreciendo tarjetas de las colecciones del libro para poder proceder a la lectura.
El buzón 2.0; un ejercicio para la inteligencia colectiva
A fin de extender el aprendizaje colectivo a partir de la colaboración e interacción de los usuarios se propuso integrar la práctica investigativa y experimental del Laboratorio de Aceleración en una experiencia participativa mediante un “Buzón 2.0”. Dicho espacio virtual sirvió como una plataforma colaborativa para recoger en tiempo real los problemas identificados y las propuestas de soluciones. Al finalizar el diálogo, se invitaba a los lectores a escanear el código QR de la portada del libro y dejar sus aportes en 5 minutos. Se recogieron 124 aportes con identificacion de problemas y propuestas de soluciones
Acelerando las redes de aprendizaje
La Biblioteca Humana fue una oportunidad para acelerar la creación de redes pues la comunicación fluyó en todas las direcciones: hacía los lados (entre iguales), hacia afuera (a las instituciones) y hacia arriba (a los tomadores de decisión).
“No esperaba que entre la gente me pidieran tanto mi contacto, mi nombre, teléfono y dónde te puedo ubicar. Y yo también apunté muchos contactos. Incluso, voluntario mediador me dijo, yo podría estar organizando algo en mi facultad para que usted hable”, Rosario Gómez S., participante como libro humano.
Al igual que Rosario, Laura y Daniela, quienes tienen un emprendimiento de costura para enseñar a coser y hacer su propia ropa, lograron alianzas para enseñar a crear sus propias prendas tanto a un colectivo LGBTI como a la comunidad indígena de Quijos, quienes ven en esto una oportunidad para la recuperación de la vestimenta tradicional. Entre el público surgieron lazos entre organizaciones, voluntarias trabajadoras sociales deseando apoyar en tema de violencia de género, un veterinario interesado en el proyecto de socorro con perros con ARNV de Andrea, entre otros.
Sin duda, fue un espacio donde se encendió el entusiasmo y el deseo de colaborar movidos por el deseo de impactar vidas. Si quieres trabajar de forma colaborativa o tienes soluciones para acelerar los ODS puedes escribirnos a: paulina.jimenez@undp.org
Paulina Jiménez
Responsable de Mapeo de Soluciones